Este hermoso viejito y que con gusto puedo decir que tuve la gran oportunidad de escucharlo, de besarlo, de abrazarlo, de oler su ropa cuando lo abrazaba de su pierna, cuando nos visitaba y yo era un niño de 4 o 5 años. Olia a madera, a brea, a "virota", a viejito, pero tambien a limpio. Aqui saboreando su "petit cheval".... Donde quiera que te encuentres querido abuelo, un beso y sin duda, uno para tu hijo Alvaro, que ya se habran reencontrado!!!!
lunes, 24 de noviembre de 2008
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